Donnerstag, 29. Mai 2008

Lugar de veraneo

Bueno, pues aquí tenéis una pequeña muestra de poemillas de cuando servidora estaba a punto de cumplir los 20 años (en realidad, fueron escritos entre los 18 y los 21).
Revolviendo papeles el otro día aparecieron, yo que los creía perdidos, y tan contenta me puse que quise rescatar algunos para vosotros, aunque ya os aviso de que tienen más valor personal que literario. Una selección ésta que, sin embargo, despierta en mí ecos lejanos. Todavía.
.
Son paisajes deslumbrantes y puros
los que tú me muestras.
Sensaciones de paz y renovadoras
las que me comunicas, las que transpiro.
Noches encendidas de soles anaranjados,
tardes de flores y pájaros que se acercan
y comen lo que yo.
Mis largos paseos entre nubes y árboles
son tu esencia; ellos mismos mi liberación.
Polvo mojado cubierto de hojas secas
y mi escoba, mientras, las amontona
como queriendo mantenerte siempre vivo.
Presientes mis estados de ánimo
y me conoces
porque sólo a ti me entrego sin pensar.
Llueves sobre mi casa
y a veces me envías tu tormenta delatadora
y desahogante al mismo tiempo.
Soplas los árboles y retornas
a tu empeño de dejar caer tus hojas secas
sobre mi suelo húmedo.
Me destapas.
Conocedora de tu propósito,
salgo entonces, sin escoba, a tragar tus calles
pavimentadas bajo mis pies, ansiosos de ti,
y te recorro.

(Sin querer reconocerlo,
te confieso que supones
una renuncia todavía tierna.
Tengo la esperanza de que otro verano
lloverás sin descanso.)
.
31/8/90
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Porque las almas de los duendes
son ahora espíritus errantes
dentro de mi habitación,
que me hacen cosquillas
y me acompañan.
Porque en la vida queda siempre, al final,
el jugo sabroso e insustituible
de la belleza de las cosas.
Porque, aunque a medias, he logrado
llevar a cabo ciertas ilusiones,
saboreando la esperanza de un nuevo día.
Porque las miradas eternas todavía reposan en mis ojos tristes,
ya de por sí insaciables.
Por todo esto y por lo demás
debería sentirme contenta.
.
30/5/91

Lo que soy yo ahora

.
¿Qué pasó con esa ilusión que mi corazón
albergaba como un chorro de vida
cuando el tiempo me llevó hacia otro lugar?
¿Qué fue de aquel sentir intenso, puro,
irrepetible, e indefinible que temblaba en mi cuerpo
como si fuera un miembro más de mi ser?
¿Qué ocurrió con ese estremecimiento del alma
que un día mi persona experimentó
sin que yo lo hubiera sospechado?
¿Dónde fue toda esa parte de mí?
¿Y por qué desapareció?
¿Fui yo misma o voló todo aquello
hacia otro lugar por la acción
de esa misma fuerza que me lo había traído todo?
¿Qué quedó en mí de todo aquello?
¿Qué cantidad fue la que se esfumó?
¿Quién fui entonces?
Dime lo que ahora soy yo.
.
5/6/92

La espera

.
Sintiendo el paso del tiempo,
mi mente se pone a divagar.
Revive escenas breves y lejanas,
son de otro mundo que ya no está.
Sintiendo la rapidez de las horas voladas,
mi cuerpo entero presiente lo por venir.
No intuye nada, sólo percibe
la ansiedad de su espera:

la vida cambia tan lentamente
que, de pronto, al mirar atrás,
el abismo del tiempo
transcurrido
no se entiende.

. 17/11/93

Un ángel

-
Hay un ángel perdido en el cielo
que llora la vida sin vida.
Está pálido, frágil,
y sus alas se rompen al tener que
volar con el aire cortado.
No le llega ya el sentimiento,
su corazón casi no palpita,
y se lamenta por haber albergado
en su seno
tanta vida no vivida.
No siente ya, está acobardado.
Tiene en su puño el destino
aprisionado,
la mano abierta lo perdería.
Es por eso que asfixia su vida
y se lamenta.
.
26/11/93

El silencio

.
El silencio es la nana que duerme
el sentimiento: mi desconsuelo,
mi irritación.
Sin palabras, no hay expresión,
no hay amor.
Perdida en el silencio del espacio,
así estoy, así me siento.
Perdida en el desconcierto
y la rabia que me da el conocimiento;
furiosa por descubrir,
por tener que rendirme a un estado que detesto.
Furiosa por este silencio,
Perdida dentro de este silencio.
Descubro que el silencio interior
es el que me atormenta.
Siempre callando, tratando de no expresar
la duda, la frialdad interior del pensamiento.
Siempre dormitando, así se muestra mi alma
ante el dolor.
Insaciable siempre,
deseando -siempre- el infinito amor.
Y el silencio es el conocimiento
de mi insatisfacción.
.

23/6/93

La palabra

-
No sofocar la palabra latente, no ahogarla.
Gritar a la vida el sentimiento
que nos inunda el alma,
aunque nos desgarremos la boca con el esfuerzo,
aunque por dentro nos lloren los ojos.
No sucumbir al falso placer
para alcanzar -así- al verdadero,
al placer puro que perdura allá
en lo profundo y recóndito, en lo casi irreal.
No asesinarla o ni siquiera dejarla nacer:
la palabra necesita ser dicha
cuando se busca la realidad esclarecida,
la verdad que tenemos tan sólo dibujada
sin colores en el seso de nuestra intuición.
Y al hablar, desnudar el nudo de silencio
que sofoca el entendimiento
y expresar, siendo al fin sinceros.


25/6/93

Sonntag, 18. Mai 2008

La página

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La belleza de una página en blanco se cifra en el hecho de no haber nada escrito todavía, de poder escribirse todo...

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Mi primer premio... ¡Qué ilusión!