....
Berlín comparte con Barcelona nada menos que las letras be, e, erre, ele y ene. Dicho de otro modo: todas sus letras, excepto la i. Tras llegar a Barcelona, o acaso a Berln -todavía no estoy muy segura de dónde me hallo-, lo primero que he podido apreciar ha sido esa luz sucia, y cegadora a un tiempo, de mi querida, vieja y destartalada ciudad, de cuyo resplandor vivía, hasta ayer mismo, completamente ausente.
En cualquier caso, me han bastado unos pocos minutos para reconocerla tal como es: un hervidero de gente y de voluntades, y -de nuevo- el caos del tráfico, y el ruido desatado -hablo de los coches y del estruendo de la calle: gente expresándose a gritos incluso, algarabía y movimiento por doquier; una especie de drugstore abierto las veinticuatro horas sin descanso. Y me he sentido en casa, según era previsible que ocurriera.
¿O no?
Al parecer, nos hemos traído el mal tiempo de Berlín.
Ojalá fuera eso cierto y lloviera la semana entera en Berln.

Berlín comparte con Barcelona nada menos que las letras be, e, erre, ele y ene. Dicho de otro modo: todas sus letras, excepto la i. Tras llegar a Barcelona, o acaso a Berln -todavía no estoy muy segura de dónde me hallo-, lo primero que he podido apreciar ha sido esa luz sucia, y cegadora a un tiempo, de mi querida, vieja y destartalada ciudad, de cuyo resplandor vivía, hasta ayer mismo, completamente ausente.
En cualquier caso, me han bastado unos pocos minutos para reconocerla tal como es: un hervidero de gente y de voluntades, y -de nuevo- el caos del tráfico, y el ruido desatado -hablo de los coches y del estruendo de la calle: gente expresándose a gritos incluso, algarabía y movimiento por doquier; una especie de drugstore abierto las veinticuatro horas sin descanso. Y me he sentido en casa, según era previsible que ocurriera.
¿O no?
Al parecer, nos hemos traído el mal tiempo de Berlín.
Ojalá fuera eso cierto y lloviera la semana entera en Berln.
2 Kommentare:
Te fascinan los cielos de Berlín, especialmente al atardecer y te los has traído en una tarjeta o en el disco duro del ordenador. De paso, los demás nos encontramos con el regalo.
Pero acabas de volver a tu ciudad, a la caótica, templada, luminosa. Y Barcelona te recibe atareada, alegre, trabajadora y casi, casi vestida de domingo a pesar de las grúas.
Benvinguda!
...la que se'm gira d'esquena,
la que em dóna la mà...
Freia, has aconseguit emocionar-me!
Molt bonica la cançó. Gràcies!
Kommentar veröffentlichen