Freitag, 23. November 2007

Rescatado del olvido

Esta vez, en lugar de resbalar la mirada por el papel repleto de montañas y supuestos lagos diseminados, con la presencia estelar de alguna que otra mancha, he alzado los ojos de la pantalla del ordenador y me he quedado observando el insondable mapamundi de mi cuarto.

Este pequeño espacio que ahora habito, me he dicho, posee un mapa que, acaso dentro de algunos años, alguien decida contemplar de nuevo para perderse en su inmensidad. Hoy, una noche de noviembre del 2007, me encuentro en el diminuto cuarto de una casa bastante grande, que a su vez pertenece a un barrio multicultural (a decir del propietario, el señor N.H.), de una ciudad cosmopolita (si es que todavía tiene validez dicho concepto), bastante caótica por cierto. Me hallo, pues, en mitad de un país verde y lluvioso, viajero y cordial como pocos.

Sin duda, me gustan sus gentes. En ocasiones, hasta cuelgan mapas vetustos en sus paredes con el empeño secreto de que alguien los rescate del olvido.

3 Kommentare:

Freia hat gesagt…

Y nuestra propia vida como un mapamundi que va amarilleando y arrugándose con el tiempo, lleno de accidentes que ya sólo nosotros conocemos y sabemos descifrar...

Gemma hat gesagt…

Y nuestro propio cuerpo...

saiz hat gesagt…

Aunque no sea el sitio más adecuado para decírtelo, gracias, Mega, por informarme de esa definición de melancolía como "bilis negra", que en verdad desconocía, y que complementa muy bien mi entrada sobre los buenos y malos "humores".

Es tan fantástico poder comunicarse de este modo... A veces me pregunto cómo hemos podido sobrevivir tanto tiempo sin internet, los blogs, los comentarios... Gracias a quienes lo han hecho posible, y a ti.


Mi primer premio... ¡Qué ilusión!